Entrevista a Germán González Méndez (Gerente de Productos Inalámbricos de Avanzada, en Grupo Datco).

La empresa desarrolló en Neuquén, Añelo y San Martín una red que brinda Internet de las Cosas. Desde marzo de este año funciona en Neuquén capital la red Sigfox, que provee cobertura para internet de las cosas en toda la ciudad. Esta tecnología permite “hablar” con los objetos a distancia, a través de señales inalámbricas que consumen un mínimo de energía. Sus aplicaciones son infinitas: desde la rueda del auto que avisa que se pinchó hasta el cesto de basura que pide que pase el recolector porque está lleno. Germán González Méndez es el representante local de Grupo Datco, la empresa que instaló la red en la ciudad en colaboración con el gobierno provincial. Contó que trabajan hace 11 años con el Estado neuquino e hicieron esta inversión para traer la forma de comunicación entre humanos y objetos que está cambiando el mundo.

– ¿Qué es la red Sigfox y qué la distingue del internet común?

Es una red que desarrolló una empresa francesa, que hizo su despliegue en Europa y buscó socios para llegar a nuevos países. En Argentina contrató a Velocom, una empresa del grupo Datco, para el despliegue a nivel nacional. Nosotros tenemos cobertura con fibra óptica propia y su red va por sobre la nuestra.

– ¿La red funciona con fibra óptica?

Usa fibra óptica para comunicar las antenas de Sigfox, pero es una red inalámbrica. Funciona como la red de un celular, donde podés comprar un paquete de datos para navegar por internet con el teléfono. La gran diferencia es que los celulares tratan de tener cada vez más capacidad, gigas y gigas, en cambio el internet de las cosas o IoT (por sus siglas en inglés) está pensado para mensajes de muy baja capacidad, muy chiquitos, que son básicamente de control y monitoreo de objetos lejanos.

– A diferencia del wifi o el bluetooth, tiene baja potencia y largo alcance…

Exacto. La ventaja es que, por su bajo consumo, el dispositivo puede estar diez años sin mantenimiento y sin recargar la batería. Con dos pilas chatas, las que usan los relojes, nada más. Eso abre un montón de alternativas que antes eran inviables, no porque la tecnología no lo permitiera, sino porque el mantenimiento era muy caro. Como se dice, la correa era más cara que el perro.

– Sigfox cubre Neuquén, San Martín de los Andes y la zona de Vaca Muerta. ¿Por qué esos tres lugares?

Para demostrar la flexibilidad del servicio. En Vaca Muerta, la telemetría es un requerimiento básico de todas las empresas. Y Neuquén, por ser la ciudad más grande. Quisimos demostrar que, en colaboración, podíamos desarrollar una red en menos de tres meses: nosotros invertimos en equipamiento y la Provincia facilitó sus torres.

– ¿La red se usa en algún proyecto?

Estamos trabajando con la Provincia en algunos. Por ejemplo, medir las troncales del EPAS para evitar a tiempo que revienten los caños, o sea, saber la presión del agua o cloacas. También hacer más eficiente el consumo de las luminarias y optimizar el recorrido de los camiones de residuos en cestos públicos, con un sensor que indica si está vacío o no.

– ¿Y en la cordillera?

Estamos viendo con la gente de San Martín de los Andes para, junto a ellos, ofrecer a Parques Nacionales el rastreo inteligente de quienes acceden al Tromen, el Lanín o zonas de bosques. Antes, tenías que darles un teléfono satelital, que sale 1500 dólares al mes más 700 dólares el minuto de llamada. Con IoT, le podés dar al turista un dispositivo de menos de 10 dólares para saber dónde está en cada momento y, si necesita algo, aprieta un botón de alarma.

– ¿El servicio hoy les sirve más a las organizaciones que a los vecinos?

Está balanceado. Como vecino, podés poner un sensor en las ruedas, como tienen los autos de alta gama, y te indica si se pinchó. O sumar un sensor al sistema de alarma para monitorear las aberturas de tu casa. También se puede medir el pH de la pileta para saber si hay que poner cloro. Se puede hacer de todo.

Por Ana Laura Calducci Fuente: Lmneuquen.com

Deja tu comentario