Nota publicada en Segundo Enfoque el 11 de marzo de 2017

Un aspecto relevante de IoT es la seguridad de los datos que se comparten a través de estos dispositivos conectados a la red. Esta tecnología está posicionada a nivel mundial y se encuentra en desarrollo en Argentina.

Argentina- Internet llegó a artefactos hogareños como heladeras, aires acondicionados, cafeteras, entre muchos otros. Estos electrodomésticos están conectados a la red y se puede programar su funcionamiento a distancia mediante una aplicación en un smartphone o una tablet. Estos objetos tienen sensores que toman datos de los usuarios. Internet Society define al Internet de las Cosas en la publicación The Internet of Things: An Overview como “escenarios donde la conectividad de red y la capacidad de computación se extiende a objetos, sensores y a objetos de uso diario que usualmente no son considerados computadoras, permitiendo que estos dispositivos generen, intercambien y consuman datos con una mínima intervención humana”. Sin embargo, no hay una definición única.

“La tecnología y la innovación siempre van delante de los issues de seguridad. Es un tema a atender, pero la industria misma se ocupará de generar las respuestas para mitigar las amenazas y reducir los riesgos”.

Según una previsión de la firma Gartner, “cuando acabe el presente año en curso, ya habrá 8.400 millones de cosas conectadas en todo el mundo, un 31 por ciento más que en 2016”. La misma empresa estimó que habrá “20.400 millones de objetos inteligentes en funcionamiento para finales de la década”.

Sobre el posicionamiento de IoT en Argentina, el Director Ejecutivo de CABASE, Antonio Harris, opinó: “Es prematuro aún poder estimar una cifra de dispositivos que aportaría Argentina a la previsión de Gartner. Pero si consideramos el potencial de la región sudamericana, seguramente estaremos disputando el liderazgo con Brasil en esta temática”. Por su parte, Emmanuel Jaffrot, Sigfox IoT Project Leader de Velocom Argentina, consideró que es posible que para aquel año cada habitante tenga acceso a aproximadamente cinco dispositivos en su casa, sin tener en cuenta los requeridos por el ámbito profesional. “Argentina no será una excepción a esta cuenta, nos permite pensar en una proyección de más de 100 millones de dispositivos para ese entonces”, aseveró.

El Ingeniero y Representante Comercial de WeHaus, Gastón Farias Bouvier, coincidió en que Internet de las Cosas avanzará en Argentina. “La conectividad es un eslabón que se va a dar indefectiblemente. Trae beneficios operacionales y de servicios”. Mencionó que el costo de dicha conectividad bajó. “El valor agregado de la información es cada vez más alto. Es barato medir, entonces se mide más y el valor de toda la información en conjunto es mayor. Esto posibilita nuevos casos de uso. Se justifica la tecnología”, detalló.

Mediante los dispositivos IoT se comparten datos de sus dueños. Hay posibles brechas de seguridad que van desde el sensor que toma información, el sistema operativo, el envío de información y el sistema que recibe los datos. Con respecto a la seguridad de estos datos, Harris manifestó que: “la tecnología y la innovación siempre van delante de los issues de seguridad”, y además, agregó: “Es un tema a atender, pero la industria misma se ocupará de generar las respuestas para mitigar las amenazas y reducir los riesgos”. También consideró que los riesgos deben medirse en función de qué dispositivo IoT se trate. Esto se debe a la variedad de aplicaciones que existen. Es posible encontrar Internet de las Cosas en la ciudad, en la producción, en la salud, en logística y transporte así como también en electrodomésticos hogareños o sistemas de cerraduras. Según Harris, las amenazas a la seguridad son las mismas que atañen a un uso tradicional de Internet aunque “podría sumarse tomar control de los dispositivos del hogar”.

Jaffrot explicó que “lo que les da la seguridad a los dispositivos son los procesos de transmisión con cifrado, de seguridad de acceso de los datos en la nube y de garantía de anonimato de los datos recaudados”. Opinó que debería haber debates en cuanto a regulaciones en cada país. Mencionó que “algunas tecnologías que realizan IoT a través de conectividad a Internet Comercial se encuentran a la merced de amenazas como cualquier computadora que accede a la web”.

En Argentina aún no existe una normativa que regule esta tecnología y la inversión que se realiza en seguridad de datos. Al respecto, Harris expresó que “la regulación siempre va por detrás de los avances de la tecnología y de la adopción que hacen los usuarios de ella”. “IoT está hoy en una instancia en la que se requiere más que nada promoverlo, ya llegará el momento de pensar en las cuestiones legales”, agregó.

Por su lado, Jaffrot sostuvo que Internet de las Cosas “está claramente en la agenda”. “Las autoridades se muestran con mucho entusiasmo y están evaluando las modificaciones necesarias para que los aspectos regulatorios no se vuelvan un freno al desarrollo en la Argentina”, aseveró.

En cuanto a los usuarios de esta tecnología, Farias Bouvier consideró que “el usuario en Argentina no es consciente de la seguridad cuando compra un dispositivo hasta que le pasa algo. Busca precio. El fabricante determina los términos de seguridad. Tiene en cuenta si el usuario o el mercado no compra el dispositivo. El mercado no está informado”. También numeró algunos consejos para que los dueños de los dispositivos conectados a la red protejan sus datos. “Informarse, conocer las compañías a través de los productos. Hoy no hay auditorías de seguridad de IoT. La gente no lo pide. Deberían entender cómo funcionan las cosas. Quizás se podría ir hacia un Ente Regulador de la Seguridad. La mitad de Internet funciona con http que no es encriptado”, manifestó. Por su parte, Jaffrot sugirió: “Usar dispositivos de IoT basados en tecnologías que desvinculan el tráfico de los datos entre los dispositivos y la red de Internet comercial”.

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