La articulación de una tecnología innovadora con sistemas preexistentes en las organizaciones (aplicaciones, bases de datos, servicios de bajo nivel, etc.) constituye un desafío particular que requiere expertise y experiencia.

Como toda innovación tecnológica, la Realidad Aumentada llega para integrarse con otros componentes que hacen a la transformación digital de las organizaciones, acelerada durante los últimos 3 años. Los componentes tecnológicos específicos de las soluciones de RA se apalancan con información preexistente.

Veamos algunos ejemplos

El modelado 3D de un equipo industrial nace de planos desarrollados en su propia fase de diseño, por ejemplo, en Autocad o algún software similar. La información técnica que se proyecta en la interfaz de RA seguramente estará en una base de datos, utilizada también para cálculo de costos, consumo energético, etc.

Dado que muchos usos y aplicaciones tienen que ver con capacitación, entrenamiento y asistencia remota, un elemento clave de este tipo de soluciones es la conectividad; por lo tanto, componentes de bajo nivel para gestionar transmisión de datos en 3G, 4G, WiFi, conexiones satelitales y, a futuro, la quinta generación de datos móviles (5G), incluyendo cuestiones vinculadas a la encriptación de datos puros y también de recursos multimediales.

De hecho, en materia de seguridad y protección de datos personales, hay normativas internacionales -algunas contempladas en las normas ISO 27001 y 27018- que se deben contemplar, lo cual requiere consideraciones en la solución de RA como en otros servicios a nivel de sistema operativo y otras aplicaciones, por ejemplo, para compartir accesos controlados con terceras partes que se dediquen a auditorías.

Otras funcionalidades vinculadas a balanceo de carga de entrega de datos, planes de contingencia frente a incidentes imprevistos y registro de las acciones realizadas con Realidad Aumentada para trazabilidad de acciones, también incluyen sistemas que podrían estar en funcionamiento en forma previa a la implementación de RA, con otros objetivos.

Todo esto expande aún más la frontera de las organizaciones, lo cual exige planear las configuraciones necesarias en firewalls y otras soluciones de prevención y detección de comportamientos potencialmente peligrosos.

Los sistemas de backup & recovery, y de continuidad de negocios, también podrían considerar información o interacciones que se producen en el uso de la solución de RA.

Por otra parte, la realidad aumentada -y su variante de la asistencia remota- pueden integrarse con diversas herramientas de colaboración en línea que implican múltiples vinculaciones de información y funcionalidades con videoconferencias, intranets, correo electrónico, chats, discos compartidos, etc.

Los múltiples servicios ofrecidos por nubes públicas como Amazon, Azure o Google también implican el conocimiento detallado de cómo sacar el máximo provecho de las posibilidades, pero también cuáles deben ser las consideraciones para su utilización adecuada, incluyendo el almacenamiento en la nube de las actividades realizadas con RA a modo de documentación de la experiencia.

Especificidades por industria

El uso de Realidad Aumentada en diferentes industrias, en términos de interoperabilidad e integración, puede tener implicancias particulares tanto a nivel tecnológico como por imposición de normas particulares.

Las actividades en el sector de la construcción, en la industria aeroespacial y/o de defensa, en salud, en utilities (como energía eléctrica, agua potable), oil and gas, en logística y en las industrias en general, tienen particularidades que se deben atender con el conocimiento específico. En muchas de estas industrias reducir el tiempo de downtime es crítico.

Beneficios

Acorde a un estudio de IDC, aunque la incorporación de RA esté orientada al uso interno de las empresas, uno de los indicadores clave de éxito registrados tiene que ver con la satisfacción del cliente. Mejorar la atención, el soporte, la agilidad de respuesta, indudablemente impactan de lleno en el negocio. Además, el informe revela que se consiguieron aumentos del orden del 70% en términos de productividad, hasta un 50% de ahorro en costos, al tiempo que se logró triplicar la eficiencia.

Hace ya 5 años que Boeing informaba de un ahorro del 30% en el tiempo de ensamblado de sus aviones, y una mejora de hasta el 90% en la exactitud del trabajo de su nuevo personal.

Tan evidente es el potencial de esta tecnología, que la previsión de IRC para 2025 apunta a un factor de multiplicación de 18 en la inversión estimada a nivel global. Más allá de estas proyecciones generales, la evidencia es contundente para incorporar la RA a los planes de TI del futuro próximo en todo tipo de organización.

Deja tu comentario