La realidad aumentada, como parte del segmento de tecnología de punta, presenta múltiples beneficios para las organizaciones que buscan mejorar sus procesos, aumentar su eficiencia y reducir el CO2 en el ambiente.

La realidad aumentada ha llegado para quedarse y dentro de los próximos 3 años será un estándar para cualquier compañía que busque una disminución en sus tiempos de respuesta y resolución de problemas. ¿Cómo podrán las organizaciones hacerle frente a sus competidores que ya disponen de esta tecnología?

Un objetivo en común para cualquier organización es generar un vínculo con sus clientes y, en especial, asegurarse de entregar su mejor servicio con compromiso. Lamentablemente, si sus competidores desarrollan un servicio en igualdad de condiciones, pero de mejor calidad, lo más probable es que las organizaciones que no adopten estas nuevas prácticas se mantengan siempre por detrás de ellos. En este artículo le acercamos tres claves para mejorar la eficiencia de su organización reduciendo costos de operación.

1. Nueva normalidad aumentada

Con la llegada del COVID-19 esta adaptación a las nuevas tecnologías, incluida la realidad aumentada, se incrementó debido a su esencial utilidad que, en conjunto con la practicidad de su uso, posibilitan una solución general a un gran abanico de inconvenientes habituales. Uno de los principales tópicos que se ha podido resolver mediante la realidad aumentada es la interconexión de varios puntos dentro de nuestro planeta sin la necesidad de mantener contacto estrecho con personas de otros países o ciudades.

Esta nueva normalidad obliga a las organizaciones a superarse, digitalizar las tareas manuales, transformar el entorno de trabajo en un lugar seguro, concientizar y capacitar al personal en el desarrollo de sus nuevas funciones (o adaptar las que ya venían llevando a cabo). Evitar el desplazamiento de recursos no solo reduce considerablemente los costos operativos de cada trabajo. Además, se estima un ahorro de 2,5 toneladas de CO2 por año según expertos del TSC.

2. Órdenes de trabajo en sitios remotos

Continuamente y hasta a veces sin darse cuenta, un trabajador realiza tareas de forma repetitiva sobre todo en trabajos de mantenimiento. Documentar en reiteradas oportunidades las mismas acciones puede resultar engorroso y cansador para el trabajador y, por ende, puede llegar a confundirse o pasar por alto algún dato de valor fundamental dificultándose luego encontrar dónde ocurrió ese incidente.

Para solventar este problema, es posible utilizar la realidad aumentada descargando órdenes de trabajo dentro del dispositivo con instrucciones específicas automáticas por escrito y por audio, completamente personalizables donde quedan alojados localmente no solo lo pasos que cumplió correctamente sino también le permite documentar sus trabajos con fotos, videos e incluso detectar los códigos de barra dentro de las piezas que manipula.

Una vez finalizada la orden de trabajo, se genera automáticamente un reporte que detalla todas las tareas realizadas y se sube automáticamente a una nube para su posterior auditoría. Este proceso está desarrollado especialmente para sitios remotos donde no hay conectividad, ya que el personal puede trabajar de manera offline y una vez que se recupera la conectividad se envía el reporte automáticamente a la nube. De esta forma se logra un ahorro circunstancial en el traslado de recursos dejando constancia de cada uno de sus trabajos.

3. Mediciones térmicas en tiempo real

En numerosas tareas de mantenimiento puede ser esencial contar con flujos de datos de temperatura constantemente. En este contexto, es posible agregar un dispositivo de medición térmica a la solución integrado al dispositivo de realidad aumentada, capaz de visualizar en tiempo real mediciones térmicas con mayor nitidez que otros dispositivos ya que utiliza una cámara óptica para delimitar los contornos de los objetos, cables, maquinarias y ductos que se visualizan desde este dispositivo con tanta precisión que hasta incluso puede detectar si el personal en el campo visual tiene elevada su temperatura corporal con el objetivo de determinar si el resto de los empleados está en riesgo de contagio de COVID-19.

Gracias a esta solución el experto puede desplazarse en conjunto con el operario en campo utilizando el dispositivo de realidad aumentada para obtener datos mientras mide temperaturas en tiempo real, logrando un ahorro significativo en equipos de medición de temperatura ya que con un solo dispositivo podrá disponerlo para varias zonas dentro de sus instalaciones.

En síntesis, en el contexto actual aquella organización que cuente con realidad aumentada en su día a día no solo brindará un servicio de mejor calidad, sino que también reducirá notablemente sus tiempos de respuesta, dejando una gran brecha entre las organizaciones que no pudieron adaptarse a la nueva demanda a nivel mundial de integrar esta tecnología a su metodología de trabajo.

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